Es la sensación con las que éstos días estamos viviendo, no por cancelaciones de vuelos debido al mal tiempo, cosa harto común, sino porque van restringiendo las posibilidades de vida, al limitar tus movimientos.
Pero ésta represión que en otro caso sería motivo de lucha, ahora es resignación.
H1N1 anda suelto y desparramado. No es solo mexicano, como un capullo pensó.
Y aunque Texas es enorme, y los espacios amplios y las mentes pequeñas, debemos ser precavidos.
El jueves pasaron un video en los colegios hasta 8º, para entre otras cosas enseñar a los niñ@s cómo estornudar sin diseminar microbios. Y te das cuenta del abanico de posibilidades que ofrece el brazo, desde el hombro, al codo y a la muñeca. Por si no te pilla con kleneex enel bolsillo, papel por descontado que ha de ser arrojado a la basura y no reciclarlo para la siguiente nariz. Ese dispendio, Greenpeace no lo censura (espero que más de una se dé por aludida).
Ha empezado una tormenta brutal, con muchisima agua y acaba de encenderse la alarma del tornado. Impresiona, la verdad.
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