martes, 25 de marzo de 2014

maiden name

Una de las cosas que más nos llama la atención de los anglosajones es la capacidad que tienen las mujeres para cambiar de apellido cuando se casan y adoptar el del marido y si se divorcian volver a adoptar el suyo de soltera. Prefiero la opción española de no cambiarlo; orgullosa he estado siempre de mantener el mio y que durara unos años más, ya que mi pobre padre al tener solo chicas no pudo ver perdurar el suyo y mis hijos tienen el del papá.
En Inglaterra si vas a trabajar en contacto con niños te solicitan el DBS, algo así como nuestros antecedentes penales. Hasta aqui muy normal todo. Lo malo viene cuando al rellenar la documentación (se hace por internet), el sistema detecta que tu "title" (esta es otra, tu encabezamiento como persona, es decir, si eres Sr, Sra, Srta, Dr, etc.) en mi caso he puesto Ms, pues presupone que he cambiado de apellido al casarme, por lo que tengo que proporcionar mi apellido de soltera. ¿Como intentar explicar a una máquina que en España no lo hacemos, que no lo cambiamos? Le digo que no tengo otro apellido y hago "clic" pues no...

Después de varios clics, he conseguido decirle cual era mi apellido de soltera; el mismo que el de casada. Eso sí, he tenido que escribir que ese apellido lo uso desde el día que nací, pero no ha puesto ninguna objeción a que fuera el mismo que después de casarme.

sábado, 22 de marzo de 2014

Deliberadamente calculadores





La diversión o la desesperación de dejar algo al azar no es práctica habitual.  
De antemano se miden las palabras, las sonrisas, las miradas, los inexistentes roces... y se nos previene de suelos resbaladizos, ventanillas fuera de servicio y productos descatalogados.
Pero no estaba preparada para esta exactitud metalizada, la que proporcionan estos cilindros de 125ml, 175ml, 210ml y 275ml. Aberración para los mas puristas, pues entremezclan los caldos con desdén y sin enjuague, da igual que viñedo elijas. Y del cilindro a la copa, ésta sí, limpia.
Yo creo sencillamente que les falla el pulso.



jueves, 13 de marzo de 2014

El porqué de las ventanas a medias

Cualquier españolito que haya deambulado un poco por estas tierras (no es cuestion de tiempo), se habrá dado cuenta de que los ingleses no son, como lo entendemos nosotros, limpios. Educados, si (menos cuando se emborrachan en España), pero nó precisamente amantes de la limpieza y el orden doméstico. 

Al principio pensé que las ventanas de casa estaban rotas y apunto estuve de llamar al casero para que lo remediara. Imposible meter mi brazo por ahí para limpiar el cristal. Me he construido pequeños accesorios para conseguir llegar a la parte exterior de la ventana, con escaso exito.
Esporádicamente comencé a ver unas furgonetas de las que salían unos tubos a los que iban adheridos unos enormes palos que a su vez estaban conectados a unos cepillos con unos tubitos en las cerdas que unos avezados señores, (siempre son señores) manejaban con brio sobre las ventanas.
Todavía no me he hecho con los servicios de tan pintorescos operarios, será cuestion de estudiarlo, pero aún así mis ventanas lucen siempre más limpias que las de mis vecinos. 


 Ayer vi la furgoneta en la casa de enfrente. Desde Septiembre que no lo había visto!!
Otro dia escribiré sobre la limpieza de los coches (la interior, digo)