lunes, 8 de agosto de 2011

Vértigo

Taquicardia.
Opresiòn en el pecho.


No se quien manda hoy en mi cuerpo. Las ordenes que mi cerebro esta mandando, no encuentran receptor y la anarquia se ceba conmigo.
Vértigo. Acidez. Y la cerveza no ayuda.


Nuestros últimos dias en la casa de Valencia. El fin de una etapa, de casi toda mi vida, en la misma ciudad. Con sus intervalos, pero siempre sabiendo que volvía. Ahora no. No vuelvo.


Es mentira. Volveré. Volveré para veros.
Y para deciros lo felices que somos en Norwich, donde tanto llueve, hace fresquito, no hay montañas y es muy verde.


Vértigo.



2 comentarios:

may dijo...

Nuria, desde aqui os deseamos todo lo mejor en esta nueva etapa. Con la fuerza de un millón de abrazos!!!!!
Smuackkkkkkkkk!!!! Paula, Gema, May

Hank Quinlan dijo...

Cielo,

Dicen que la distancia es el olvido, pero no hay distancia entre Norwich y tu pasado, que no existe, ni a tu futuro, un monstruo del que siempre hay que desconfiar.

Sólo existe un presente estático en el que nos amamos, aunque llueva, y contra toda esperanza, desde hace ya tanto tiempo que la vida que hemos vivido juntos en Valencia es la vida a secas, la misma que nos aguarda en este Norte abrupto y acogedor, oscuro y abierto, en el que todavía queda espacio para que persigamos a nuestros sueños, y podamos seguir siendo nosotros, o sea uno.