
Llegué a Texas con mucho reparo e ideas preconcebidas debido a mi (durante largos años) , militancia antiamericana. Temerosa y alerta.
Durante estos casi tres primeros meses de estancia aquí, primero me doy cuenta que no me gustaría vivir aquí para siempre. Pero empiezo a plantearme si me va a gustar vivir en España siempre, y sobre todo, si me va a gustar que mis hijos estudien en España. Y esto es gordo llegar a plantearselo. Después de leer algo de prensa española, El Pais y Levante, tengo un montón de dudas, unos cuantos temores y una RABIA . Y UN CABREO...
La balanza, que secretamente iba llenando con unas cosas y con otras, no se decanta hacia el lado que pensaba. Por ejemplo...
Los niños, los tres, van a colegios públicos de Texas.
No pagamos (directamente, sino que sale de los impuestos) un centavo por ello , por los colegios. Ni tampoco pagamos ni un dolar por los libros que utilizan (los libros son de préstamo anual pero si lo rompes o estropeas, entonces lo pagas). Tampoco pagamos por los ordenadores que tienen a su disposición en todas las aulas, ni por las enormes bibliotecas; no pagamos por los proyectores que tienen en todas las clases, ni por los delantales y gafas con los que se divierten haciendo experimentos. No pagamos ningún extra para que tengan profesores especiales de ESL (english second lenguage) de apoyo con el ingles, ni siquiera para que María tenga prácticamente clases particulares. No pagamos más para que Cristina vaya a un colegio bilingüe. No pagamos extras para que los lavabos y retretes estén siempre limpios y con papel. No pagamos a los profesores que se turnan semanalmente para vigilar que a nuestros niños no los atropeyen en las inmediaciones del cole, ni tampoco pagamos por los walkie-talkies, ni chalecos reflectantes, ni silbatos que utilizan para ahuyentar a los coches. Ni les compro piruletas a los niños que con una sonrisa en la boca me dicen todas las mañanas "Have a nice day" despúes de ayudar a Cristina a salir del coche. No pagamos por la enfermera que tienen en todos los colegios, y vigila, por ejemplo, la administración de vacunas. No pagamos por los auriculares que salen del techo en el aula de lenguas extranjeras en el colegio de María, emulando las cabinas de los aviones.
Pagaríamos 15$ mensuales si tuvieran que utilizar el transporte escolar, o 2,50$ al día si comieran la comida de la cafeteria.
No pagamos ningún extra, porque se supone que las cosas deben funcionar. Y asi es.
La educación en USA no depende del gobierno de turno. Existe una especie de "compromiso nacional" que permite, que la enseñanza de los niños no vaya a la deriva por las excentricidades de los politicos , que exista una continuidad en la misma. Que se dote a los colegios de los recursos necesarios para que los niños, no solo dispongan de cuantos más medios mejor, sino cuanto más creativa, participativa y por que no, divertida sea la enseñanza, mejores resultados obtendran los niños, ahora y en el futuro.
Igual que en España.
¡¡ Educación para la ciudadanía en ingles!! Y mientras muchos niños estudiando en barracones, sin calefaccíon o aire acondicionado, sin patios donde jugar, con un ordenador por curso como mucho,sin laboratorios y aprendiendo a tocar la flauta durante dos años.
Igual.
Donde los ineptos politicos hablan mucho, pero no hacen nada. Donde el tiempo que deberian emplear en trabajar, lo agotan discutiendo entre ellos (pero no en inglés)
Como hace muchos años cantaba Cecilia "Mi querida España, esta España mia esta España nuestra...."
Bueno, me toca pagar 50 $ para que Carlos pueda utilizar el "cello", uno de tantos, del cole durante el curso. Pero " ha descubierto la música" y disfruta. Qué más decir...