domingo, 20 de noviembre de 2011

Niebla

Que palabra tan triste, que palabra tan húmeda, incolora y vaga. Persistente.


Después de un resplandeciente sábado azulado, Norwich se ha despertado aletargada y así seguimos ya de noche. No hemos conseguido disiparla.
Hoy es 20 de Noviembre y hace 36 años que el dictador Franco murió. Cuanto tardó el cabrón!
Y a pesar de los años la fragmentación de la sociedad española persiste. Como la niebla. A un señor que se le ocurrió intentar juzgar los crímenes del fascismo en España, fue denostado, apartado de su actividad. Consecuencia es que el fascismo no ha sido derrotado en España y la gente homenajea, aún hoy, a Primo de Rivera. Más niebla.
Hoy va a cambiar el rumbo politico del pais. Y con esas diferencias que el fascismo no juzgado, perpetúa. En ningún pais como el nuestro, para que las dos Españas que la guerra civil dividió, sean prácticamente irreconciliables. La azul y la roja. Y sobre ellas la niebla.
No es lo mismo vivir en las nubes, que vivir dentro de la nube.
Y yo hoy, en Norwich, estoy en medio de una espesa nube que no me deja ver mucho más allá.
Vamos a tener un nuevo presidente, por defecto. Ya veremos si la doctrina de "Don Tancredo" le funciona más allá de nuestras fronteras.
Deseo que las cosas les salgan bien...  Por nostros.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Guy Fawkes





Allá por 1603 murió la entonces reina de Inglaterra Isabel I, que profesaba el credo protestante y los católicos ingleses tenían la esperanza de que su sucesor fuera más indulgente con ellos. Pero no fue así.
El rey sucesor  Jaime I, otro,  no el de Valencia, cuando llegó al trono no fue más tolerante con los católicos que su predecesora. Desesperados ya, un grupo de católicos planeo explotar el Palacio de Westminster , sede del parlamento inglés en Londres, la noche del 5 de Noviembre de 1605. Conocidos más tarde como los conspiradores de la pólvora, entre ellos se encontraba un tal Guy Fawkes que a la sazón era el bodeguero del parlamento, además de solícito católico y fue elegido para, después de introducir 36 barriles de pólvora en las bodegas del parlamento, prender la mecha. Y aquí la historia, según la leas en un sitio u otro, varía. Unos dicen que algunos  católicos, por miedo a que hubiera muertos inocentes, dieron el chivatazo. Otros, que la pólvora era vieja.  El caso es que no hubo explosión y el rey se salvó . Y a Fawkes que fue al que pillaron con las manos en la pólvora, lo arrestaron, torturaron  y colgaron. 
Pues para conmemorar que no hubo matanza ese 5 de Noviembre, en Inglaterra y parte de las colonias, se celebran festivales pirotécnicos.


Hemos ido a ver los fuegos artificiales que se celebraban en los campos de fútbol del High school en Hethersett, y el olor a pólvora me ha recordado tantas fallas vividas en Valencia, y he tenido morriña por un momento.  Carpe Diem.


Por cierto, Guy Fawkes lucho junto con los Españoles contra los reformistas protestantes Holandeses el la guerra de los ochenta años, más conocida como la guerra de Flandes. 
Lo que no se seguro es si allí conoció a algún valenciano. Semejanzas, las hay. 



viernes, 4 de noviembre de 2011

Emigrar y superarte

Left handed es como se dice en ingles zurdo. Yo soy diestra, por mucho que cuando era niña me empeñara en intentar utilizar la izquierda para escribir. Era una cuestion entonces de rebeldia. Envidiaba a mi primo Andres al escribir, aunque la N siempre la escribiera mal. Y he sido torpona con la izquierda. Solo he conseguido ser zurda para saltar las vallas en atletismo.
El hecho de emigrar al Reino Unido me ha proporcionado una satisfacción extra; ¡ tengo una mano izquierda útil!, y comprobar la destreza que va adquiriendo poco a poco, me llena de orgullo.
Había intentado batir el huevo para la tortilla con la izquierda, usar el cuchillo para cortar cualquier cosa, cambiar a la izquierda el raton del ordenador, poner el tocadiscos con la izquierda sin rayar el vinilo, pintarme los ojos, martillear la pared, utilizar el papel higiénico, y nada me había funcionado.
He emigrado y lo he conseguido. Mi izquierda sirve para algo. 
No solo me gusta sino que se me dá fenomenal cambiar las marchas del coche con la izquierda.

Las dificultades superadas son el mejor ejemplo de la supervivencia




Lo único que nunca he pretendido cambiar ha sido el corazón. Siempre ha estado orientado a la izquierda, que es donde debe estar.


Ya lo decía Mafalda : Lo peor es que el empeoramiento empieza a empeorar.