Mientras muchos de vosotros disfrutais del ruido, bullicio y locura de las Fallas, nosotros nos vamos de vacaciones. No solos, sino acompañados de hordas de españoles. Crisis, quien dijo crisis?
Llegamos a New York para ver el desfile de San Patrick, pero solo desfilaban soldados, policías y algunos mozos con faldas y gaitas. Y mucha gente. Todos de verde.
Los días siguientes anduvimos un poco, nos mojamos otro poco, nos cansamos mucho y comimos fatal. Carlos casi se marea en el barco para ver la estatua de la libertad y la vista desde el Empire State se deslució debido a la bruma.
En Washington intuímos como Obama se subía a un helicóptero, nos mojamos más y disfrutamos mucho de la familia. Los niños se lo pasaron pipa con los primos. Al final, lloros en la despedida.
En fin, pensé que no me sucedería jamás, pero echo de menos mi casa tejana, mi tranqulidad, mi silencio, mi orden.
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