Así de a gusto se ha debido de quedar el nuevo presidente mundial, después de haber tomado de verdad la decisión de suspender todos los juicios de Guantánamo y permitir así, aún no sabemos como, el cierre de ésa base de tortura.
Y qué contentos estamos nosotros y que ansiosos por descubrir si éstos primeros trazos de cordura, tienen continuidad.
De momento, en Dallas andamos en otros fregados, como son instalar aquí a Bush y señora, salir a recibirlos con las mejores galas, porque no nos olvidemos de sus colegas, que haberlos haylos, y cargar al erario público la seguridad de ésa pandilla de descerebrados, que suma un total de millón de dolares por año. Dicen que de momento tendrán seguridad un año. Luego, ya veremos.
Cualquier día de éstos, con eso de que ya es un ciudadano más, me lo encontraré en el pasillo de algún comercio, en el parking de alguna tienda o muy probablemente comprandose esas galletas de perro que tanto le gustan.
Pero lo importante era la otra noticia.
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